Este pequeño pero hermoso país destaca por varias razones. Su tradición democrática es ampliamente reconocida: en 1948 se convirtió en el primer país del mundo en abolir el ejército y desde entonces la inversión del Estado en la sociedad ha logrado que alcance índices de desarrollo comparables solo con los del primer mundo. Alfabetización del 97,6% de la población, expectativa de vida al nacer de más de 79 años, la democracia más antigua de América Latina y una cobertura eléctrica del 99,3% del territorio, son algunos de los logros que hacen de este un país excepcional. Pero además, su territorio posee el 5% de toda la biodiversidad del planeta. Sus aguas territoriales se extienden por más de 500.000 km2, incluyendo la Isla del Coco, ubicada en la costa del Océano Pacífico y declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en el año 1997. Por su parte, el área continental comprende 51.100 km2, en los que confluyen paradisiacas playas de arena blanca y exuberantes bosques tropicales, distribuidos a lo largo de todo el territorio nacional. Si prefiere las zonas altas encontrará mágicos bosques nubosos, refugio de gran cantidad de aves migratorias, y si pasea por las tierras bajas verá grandes humedales. Caudalosos ríos se abren paso ondulante a través de apacibles valles y fértiles llanuras en su camino hacia el mar. Un imponente conjunto de volcanes, atractivos y singulares, se disponen en línea sobre una cadena montañosa, dividida en cuatro cordilleras que separan al país en dos vertientes. Todo en un pequeño territorio. Además, Costa Rica reúne una increíble cantidad de flora y fauna, con especies únicas en el mundo. Pero sin duda su tesoro más importante es su gente, amable y alegre, siempre dispuesta a compartir su país con una sincera sonrisa y hacer que el visitante se lleve un pedacito de Costa Rica en su corazón. De ahí el slogan de los ticos: ¡PURA VIDA!
